Pena de muerte ya - UFO 053: #FEKUT Salmos 5, Salmos 15:4, Salmos 139:13-22, Puedes odiar a tus enemigos y ser amado por Dios si esos enemigos son malvados y si amas a los justos porque Dios también es justo y ama solo a los justos.

El sustento para bendecir la pena de muerte justificada

Entiéndeme, estoy construyendo entendimiento entre la gente justa y confusión entre la gente injusta. No soy cristiano; soy henoteísta. Creo en un Dios supremo que está por encima de todo, y creo que existen varios dioses creados — algunos fieles, otros engañadores. Yo solo le rezo al Dios supremo. Pero como fui adoctrinado desde la infancia en el cristianismo romano, durante años creí en sus enseñanzas. Apliqué sus ideas incluso cuando el sentido común me decía lo contrario. Por ejemplo —por decirlo de alguna manera— ofrecí la otra mejilla a una mujer que me había golpeado en una. Una mujer que al inicio se comportó como amiga, pero que, sin justificación alguna, comenzó a tratarme como si yo fuera su enemigo, con actitudes extrañas y contradictorias. Influenciado por la Biblia, llegué a pensar que ella había caído bajo algún embrujo, y que lo que necesitaba era oración para volver a ser la amiga que había mostrado ser (o fingido ser). Pero al final, todo empeoró. Apenas tuve la oportunidad de investigar más a fondo, descubrí la mentira y me sentí estafado en mi fe. Comprendí que muchas de esas enseñanzas no provenían del verdadero mensaje de justicia, sino del helenismo romano infiltrado en las Escrituras. Y confirmé que había sido engañado. Por eso hoy denuncio a Roma y su fraude. No lucho contra Dios, sino contra las calumnias que han contaminado su mensaje. Proverbios 29:27 declara que el justo odia al malvado. Sin embargo, 1 Pedro 3:18 afirma que el justo murió por el malvado. ¿Quién puede creer que alguien moriría por aquellos a quienes odia? Creerlo es tener fe ciega; es aceptar la incoherencia. Y cuando se predica la fe ciega, ¿será porque el lobo quiere que su presa no vea el engaño? Estas contradicciones no cayeron del cielo: surgieron de los concilios que corrompieron las Escrituras, porque no respetaron la verdad, sino que la reemplazaron con la imagen de Zeus, el dios griego de larga cabellera. Pero la verdad es información consistente con la realidad; para conocerla, no se necesita fe ciega, sino ojos abiertos y una mente crítica.